Muchas cosas interesantes pueden pasar en una noche y cambiar todo para siempre: un amor, una juerga, una pelea, una muerte o también un despliegue de talento e inspiración. Lo último le pasó a Babasónicos, y sólo pueden comenzar la narración de ese recuerdo, intenso y fugaz, diciendo: Anoche…

Han pasado casi tres lustros desde la formación de una de las bandas más importantes de Latinoamérica. Babasónicos salió del underground gestando un sonido único que sólo obedece al capricho de sus integrantes y que se aleja del sonido localista de muchas bandas argentinas. Su historia los avala, especialmente el hito de imaginación de los últimos tres discos.

El crecimiento y la autodeterminación son elementos esenciales en la banda, y lo han demostrado a través de su discografía, giras y colaboraciones. Y a pesar de que el impacto de Infame (2004) todavía no cesa, hoy presentan su octavo álbum de estudio, Anoche (el primero con el sello Universal), un disco que Diego Castellano, el baterista, sólo puede definir como "espectacular".

Musa Con Disponibilidad

El frenesí de la gira de Infame, con 170 conciertos en un año, los tuvo sin componer durante sus viajes, por lo que para lograr los 14 poderosos tracks de su nuevo material tuvieron que crear en ese periodo indeterminado que transcurre entre la noche de ayer y la madrugada de hoy. "Condensamos un montón de ideas durante un año y medio, eso hace que el momento de bajar la musa sea muy difícil porque buscas algo que no sabes si te va a servir, pero tienes que hacer el viaje. Al tener cinco compañeros de banda que llevan el control de calidad, es más fácil desarrollar tu inspiración en un mes y medio", dice Diego.

Anoche es su disco más directo, y líricamente enfrenta sus temas de una manera simple pero sin olvidar lo poético; tiene una potencia terrible concentrada en pocas frases que presentan indagaciones filosóficas que nadie más realiza, y es la literatura la que dispara el mundo imaginario de cada integrante: "Falsario" cuenta con la pluma del escritor Marcelo Cohen, admirado fervorosamente por el vocalista, Adrián Dargelos, quien cambiando el concepto, pero siguiendo la misma línea que sus discos más recientes, narra las canciones en primera persona, representando individuos misteriosos y contradictorios que enfrentan la vida con inconformidad.

Pero son las experiencias que obtienen en el escenario y en sus viajes las verdaderas influencias de Babasónicos, éstas generan una creación latente que deriva en la evolución de un sonido propio. Diego afirma: "Nuestra inspiración no viene directamente de otros grupos, nunca fuimos una sucursal de una banda extranjera, siempre hemos tenido personalidad y originalidad a la hora de componer y producir. De lo que nos nutrimos es de nuestros viajes, de la forma en la que tocamos y las cosas que aprendemos en los shows".

El Talento Siendo Argentino

Por su genialidad musical, su sonido único y su éxito internacional, Babasónicos ha adquirido una especie de ciudadanía latinoamericana, y con este álbum consolida una fuerte trascendencia cultural en el mundo de habla hispana. Su música derrumba fronteras y une emociones, se atreve a posicionar nuevos arquetipos combinando reconocimiento artístico y éxito comercial.

Sin embargo es un estereotipo (muy gastado y afortunadamente en decadencia) el que nos recuerda su nacionalidad. Hoy que ven al underground del que surgieron como un vago recuerdo gracias a su crecimiento, reflexionan acerca de la decisión de gestar Anoche: "La idea era no sonar como una banda pomposa que ha vendido 120 mil discos en Argentina y otros tantos en México y Chile. Una banda internacional que llena estadios, que cierra el Vive Latino, etc. Queríamos sonar potentes y con extractos sonoros que no se han escuchado antes", dice Diego… Menos mal, por si se nos pudiera olvidar.

Se suman otras observaciones que, a pesar de no ser tan modestas, gozan de una veracidad implacable: "Somos una banda que ha logrado todo lo que quería: siempre ser fiel a sus caprichos, sólo pensar en cada vez ser más dignos y tener una obra que en un punto humilla a su entorno. Logramos una sinergia que muy pocas bandas tienen entre sus integrantes, no creo que haya bandas latinas tan prolíferas, excepto Café Tacuba. No me comparo con ellos, tienen habilidades completamente diferentes a las nuestras, pero hay pocas bandas en Latinoamérica que tengan 15 años, los mismos integrantes y tanta cantidad de discos y completamente diferentes. Es lo que determina un artista de calidad internacional", dice el baterista.

Andrew Weiss volvió a trabajar en la producción del disco, como lo ha hecho desde Babasónica (1997), y juntos lograron un collage de ritmos y matices muy voluble que puede atacar con un rock duro, seducir con el arpa de una deliciosa balada o divertir con esas estructuras bailables que terminan por definirlos.