Enrique bunbury
Biografía
Enrique Bunbury, cuyo nombre verdadero es Enrique Ortiz de
Landázuri Izardui, nació el 11 de agosto de 1968. Con doce años se compró su primera
guitarra eléctrico y comenzó a tocar en 1980 en un grupo llamado
"Apocalipsis". Posteriormente militó en la banda "Rebel Waltz", en la
que tocaba la batería y ponía la voz.
Desde 1984 formó parte de varios grupos más, como "Proceso
Entrópico", "La Censura De Los Cuentos" o "Tres Años De Pena".
A pesar de esta dilatada carrera y el baile de grupos, la fama de Enrique Bunbury no
sería del todo reconocida hasta que en 1987 se forman los "Heroes del
Silencio", junto a Juan Valdivia.
Su inconformismo y su insaciable afán de búsqueda, le llevaron a
emprender largos viajes, (independientes a los obligados por sus giras con la banda), a
través de su idolatrado planeta. Así, entusiasmado por sus lecturas orientalistas,
visita un par de veces la India y otras tantas Nepal. Más tarde, y a través de Castaneda
descubre el México profundo y la América chamánica, viajando a Chiapas, Oaxaca,
Quintana Roo, Yucatán, Guatemala y Belice. Tampoco Cuba se le resiste, esta vez guiado
por la magia santera. Su último gran descubrimiento (que plasma de forma sonora en su
último álbum) es el mundo árabe, el oriente más próximo. Durante el último año pisa
cuatro veces suelo marroquí, viaja a Túnez y recuerda su paso por Jordania.
Músico autodidacta, en todos estos viajes va adquiriendo instrumentos autóctonos. En
Benarés aprende a tocar el sitar, en Marrakech la sgira bereber y en Cuba los bongos.
En 1992 produce el CD "Sueños En Blanco Y Negro" del
grupo zaragozano Las Novias. En 1993 colabora en los coros del CD "El Cielo Lo
Sabe" de Distrito 14. En 1994 crea el sello independiente "A La Inversa
Records". Esta compañía discográfica editó los discos: "Todo/Nada Sigue
Igual" del grupo zaragozano Las Novias (co-propietarios del sello) y el disco
recopilatorio "Zaragoza Vive" con 22 bandas zaragozanas.
En 1996 edita, dirige y escribe en la revista monográfica independiente "Avalancha
Magazine" y colabora en un par de libros sobre Héroes Del Silencio
Después de la ruptura de Héroes del Silencio empezó su carrera como solista, editando
"Radical Sonora", en 1997. Dos años después publicó "Pequeño" y en
el 2000 "Pequeño Cabaret Ambulante".
En el 2002 publica un nuevo trabajo, titulado "Flamingos".
"Flamingos" recobra el gusto por las guitarras, estrena giros a lo Bowie en el
primer single, "Lady Blue", y ahonda en la electrónica, los sonidos
latinoamericanos, el rock and roll, el jazz, el honky tonk o los ritmos de Nueva Orleans.
Un álbum variado y redondo de un artista víctima de una arrolladora inquietud musical.
Quizá, el mejor disco de su producción hasta la fecha. |
Mas sobre Enrique bunbury
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Historia. Es tan obstinado como profundamente espiritual; sensible, intuitivo, franco,
dinámico, audaz, independiente e intolerante y se revela como un tímido sin remedio. Sus
fans lo consideran un artista genial y él sabe que es así por las cantidades que vende
cada uno de sus discos, y por las copias piratas que aparecen en todo el mundo. Al momento
de la publicación de este libro, tiene treinta y siete años, es vegetariano, fuma
hachís y está a favor de la legalización de las drogas. Lleva siete años "en
solitario", y veintidós en el mundo de la música. Es uno de los cantautores que
más polémica ha desatado en todo el mundo y los hay que lo aman con un fanatismo que
raya con la insensatez y los hay que lo odian furiosamente. Pero a nadie le resulta
indiferente. En sus últimas declaraciones manifiesta querer "abarcar menos y apretar
más" y se enfada cada vez que alguien le recuerda a los Héroes del Silencio. Nació
en Zaragoza y, desde la adolescencia se da de patadas con el sistema, con este mundo
postindustrial globalizado y lo cuestiona en las letras de sus canciones.
No tiene idea de cuál es el significado de la palabra
rutina, qué es una regla y para qué sirven los horarios. Su necesidad de libertad y
expansión son el combustible que alimenta su extraordinaria creatividad. Se pinta las
uñas y le interesa un pimiento la heterosexualidad. Anda por ahí, con su petate y un
sombrero vaquero que lo hace inconfundible. Si viviera otra vida, querría reencarnarse en
Lao Tsé. Ama la tierra azteca casi tanto como aborrece las banderas. Sus canciones se
saltaron las fronteras, y no sólo las físicas, sino las del idioma: sus fans viven en
Alemania, Suiza o los Estados Unidos. En Buenos Aires, su primer concierto fue en un
pequeño café. El último, llenó uno de los mayores teatros de la ciudad. Se llama
Enrique Ortiz de Landázuri Izardui, pero prefiere usar la máscara de Enrique
Bunbury y ésta señoras y señores, amigos, parientes y vecinos, es una
biografía no autorizada de su persona. |
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