Norah Jones
Biografía
Sus primeros acordes
El 30 de marzo de 1979, un año después de romperse la relación entre el maestro indio
del sitar, Ravi Shankar, y la enfermera Sue Jones, nació la pequeña Norah.
Norah y su madre vivieron en Nueva York hasta que la niña cumplió cuatro años. Entonces
se mudaron a Grapevine (cerca de Dallas, Texas), donde vivió hasta los veinte. En su casa
nunca faltaron discos de los clásicos del blues y del jazz: Billie Holiday, Etta James,
Aretha Franklin, Ray Charles, Bill Evans, Joni Mitchell... A la influencia musical materna
hay que sumar la que recibió de su abuela, una apasionada del recio country de los
outlaws, desde Hank Williams a Willie Nelson.
Norah empezó a estudiar canto y se sumó al coro de la iglesia para cantar gospel, al
tiempo que iniciaba las clases de piano y saxofón (a los siete). Estaba lejos de ser una
alumna modelo: era bastante vaga y dejó el estudio varias veces. Sin el esfuerzo de su
madre, su abuela, y sus profesores Renetta Frisque y Julie Bonk, probablemente hubiese
abandonado el camino musical.
Cuando creció se matriculó en una escuela de artes y nunca faltaba en las actuaciones
para cumpleaños y concursos musicales. Su primer contacto con el jazz lo tuvo en Dallas,
al ingresar en su adolescencia en el Instituto Broker T. Washirable. En 1996 y 1997 ganó
varios premios de interpretación y composición para estudiantes. Al finalizar el
instituto entró en la Universidad de North Texas, donde estudió piano y teoría en el
programa de jazz. Allí se especializó en teclado de jazz y formó su primer grupo. De
ahí pasó a tocar el piano y cantar regularmente en un restaurante italiano.
En la gran manzana
Con veinte años cumplidos, Norah volvió a Nueva York para unas breves vacaciones y ya no
quiso volver a Texas, para disgusto de su madre. Poco antes había tomado contacto con un
grupo de músicos de aquella ciudad y quedó prendada. Una vez en La gran
manzana, pronto hizo pie en el fértil circuito de garitos de conciertos de
Greenwich Village y colaboró con diversas bandas. Durante dos años se ganó la vida
cantando en salones de jazz, almuerzos y happy hours, muchas veces ante menos de quince
personas y cobrando sólo de las propinas que les daban los parroquianos. Sin embargo, en
esa época supo que quería vivir de cantar en vivo y que iba a hacer todo lo posible por
lograrlo. Abandonó la universidad, empezó a escribir sus propias canciones, formó parte
del combo de funk fusion, Wax Poetic, y finalmente montó su propio grupo con el bajista
Lee Alexander, el guitarrista y compositor de Dont Know Why, Jesse Harris, y el
baterista Dan Rieser. Por esa época se estabilizó como cantante en el club nocturno The
Living Room.
El principio del boom
En uno de esos conciertos la escuchó Shell White, miembro de la discográfica EMI, una
noche del año 2000. Le gustó lo que oía y le pidió un demo con sus canciones. Éste se
lo llevó a su amigo Bruce Lundvall, director de Blue Note, el reputado sello de jazz. Y
acertó, porque esa compañía estaba en la búsqueda de nuevos artistas. La propuesta de
Norah no podía ser más tentadora: una voz joven y sugerente, plena de cálida
sensualidad, cantando casi como si desvelara algún íntimo secreto. Lundvall la contrató
con haber escuchado apenas tres canciones de ese cassette y le encargó al productor Craig
Street que trabajara el material de Norah y la rodeara con instrumentistas de lujo. El
resultado, mucho más pop que la versión final, no convenció a nadie y Lundvall le
encargó a su productor estrella, Arif Mardin, una nueva versión, que se concentrara en
la voz. El paquete estaba listo y Come away with me, su debut discográfico,
salió a la venta en febrero de 2002, sin campañas masivas, ni un hit agresivo sonando en
todas las radios. Sin embargo, el boca a boca hizo su trabajo y el disco se empezó a
vender cada vez más. Para el otoño ya había sobrepasado el millón de copias vendidas y
todos estaban maravillados. También se convirtió en platino en Holanda, Australia,
Portugal y Hong Kong; doble platino en Gran Bretaña, Irlanda y Singapur; y quíntuple
platino en Nueva Zelanda. El total de ventas alrededor del mundo sobrepasa los 18 millones
de copias. Además, fue la gran triunfadora de la 45 edición de los Grammy entregados en
2003, con sus ocho estatuillas ganadas, incluidas mejor álbum, canción, disco del año y
mejor artista novel.
Dos años después de la publicación de su álbum de début, "Come Away with
Me", Norah Jones regresa con "Feels Like Home".La
cantante-pianista-compositora vuelve a hacer equipo con el productor Arif Mardin, el
ingeniero de sonido Jay Newland y su grupo habitual en directo. Nos ofrece un conjunto de
canciones compuestas por ella, los miembros de su grupo y por el cantante y compositor
Richard Julian. Jones también hace versiones de varias canciones incluyendo "Be Here
To Love Me" de Townes Van Zandt y "Melancholia" de Duke Ellington, canción
para la que ella escribió las letras y la re-tituló con el nombre de "Dont
Miss You At All".
Historia
Norah Jones nace en el Brooklyn (Nueva York), hija de Sue Jones, una promotora de
conciertos, y Shankar. Muy pronto madre e hija se trasladaron a Texas, donde Norah paso su
infancia.
Su primer contacto con el jazz lo tuvo en Dallas, al ingresar en su adolescencia en el
Instituto Broker T. Washirable. En 1996 y 1997 ganó varios premios de Interpretación y
composición para estudiantes. Después se concentró en cursos de piano de jazz en la
universidad del norte de Texas, hasta que en 1999, un amigo la convenció para que se
dedicara a la interpretación y las artes visuales. A partir de ahí su talento como
cantante sensual y sedosa creció de forma imparable. Intentó volver a la facultad aquel
otoño, pero los clubes de jazz y los cafés de Folk le tiraban mucho.
En Octubre de 2000, Jones y su grupo presentaron unas maquetas al legendario sello de
jazz, Blue Note. El directo escuchó las maquetas, y en el 2001 ya tenían contrato, la
discográfica se contentaba con que solo vendiese 100.000 copias. Todo ese año, Norah lo
empleo en tocar en directo y trabajar en el material que compondría su primer disco
"Come away with me". |
Mas sobre Norah Jones
|
Norah y su madre vivieron en un viejo edificio de
ladrillos rojos en Nueva York hasta que la niña cumplió cuatro años. Entonces se
mudaron a Grapevine (cerca de Dallas, Texas), donde vivió hasta los veinte, con su madre,
que entonces se dedicaba a supervisar guiones de TV. En su casa nunca faltaron discos de
los clásicos del blues y del jazz: Billie Holiday, Etta James, Aretha Franklin, Ray
Charles, Bill Evans, Joni Mitchell
A la influencia musical materna hay que sumar la
que recibió de su abuela, una apasionada del recio country de los outlaws, desde Hank
Williams a Willie Nelson. "Mamá siempre trató de darme todo. A los 11 a ella se le
ocurrió que quería ir a vivir a Alaska. "Cargamos un auto y nos fuimos, como Thelma
y Louise. No matamos a nadie, pero a los seis meses estábamos de vuelta".
Como se dijo, su madre cinceló su gusto musical: "Empecé escuchando los discos de
mi mamá: Etta James y Aretha Franklin, cuando iba a quinto grado. A Joni Mitchell, en el
instituto, y a Billie Holiday en la universidad. En el secundario quieres estar deprimida.
Nunca quise encontrar música para fastidiar a mis parientes. Mi mamá escucha música
cool. Supongo que lo único que no le gustaba de lo que yo ponía era Nirvana, porque le
parecía muy ruidoso". Con ese espíritu, Norah empezó a estudiar canto y se sumó
al coro de la iglesia para cantar gospel, al tiempo que iniciaba las clases de piano y
saxofón (a los siete). Estaba lejos de ser una alumna modelo: era bastante vaga y dejó
el estudio varias veces. Sin el esfuerzo de su madre, su abuela, y sus profesores Renetta
Frisque y Julie Bonk, probablemente hubiese abandonado el camino musical.
Cuando creció se matriculó en una escuela de artes y nunca faltaba en las actuaciones
para cumpleaños y concursos musicales. Además, como buena texana por adopción, le
encantaba cabalgar. Su primer contacto con el jazz lo tuvo en Dallas, al ingresar en su
adolescencia en el Instituto Broker T. Washirable. En 1996 y 1997 ganó varios premios de
interpretación y composición para estudiantes.
Al finalizar el instituto se anotó en la Universidad de North Texas, donde estudió piano
y teoría en el programa de jazz. Allí se especializó en teclado de jazz y formó su
primer grupo. De ahí pasó a tocar el piano y cantar regularmente en un restaurante
italiano. "La gente siempre me pedía canciones de Sinatra recuerda Norah.
La única que no podía cantar era 'A mi manera'. Suena maravillosa en la voz de Sinatra,
pero yo iba a quedar como una idiota diciendo: '
lo hice a mi modo'. ¡Soy una
veinteañera, apenas me permiten beber! No tengo las pelotas suficientes para cantar
eso".
Por entonces tuvo contacto con las nuevas estrellas pop adolescentes. "Britney Spears
apareció cuando yo estaba en la universidad y me disgustó un poco.
Recuerdo que vi fotos de ella cuando tenía quince y me parecieron pornográficas.
Realmente me perturbaron"
A pesar de eso, no tengo prejuicios hacia la industria de
la música. ¡Lo único que sabía era que me gustaba Billie Holiday y que iba a ser una
pianista y cantante de jazz, maldita sea! Yo era una nerd total. Ahora sigo sin escuchar
ese tipo de música, pero no tengo problemas. Britney creció y puede hacer lo que quiera.
El problema es que las discográficas están tan preocupadas por la imagen que se olvidan
de la voz. Por eso, la mayoría de los cantantes no suenan bien, no parecen honestos.
Parecen estar más interesados en ganar dinero que en ser verdaderos artistas.
La relación de Norah con su padre nunca estuvo del todo
clara. Su madre decidió tenerla como madre soltera, nunca quiso casarse con él ni le
puso su apellido. Sin embargo, años más tarde, Shankar se quejaría de que Sue sólo le
dejó tener contacto con su hija hasta los cinco años. Reciéncientemente cuando Norah
fue mayor de edad (había estado una década sin contactarlo) pudo "conocerlo"
de nuevo y tomar contacto con su música. "No me gusta hablar de él porque no tiene
nada que ver conmigo ni con mi música", asegura. Y agrega: "Por eso no puse mi
parentesco en la primeras gacetillas de prensa, aunque no lo niego. No quería tener
éxito por esa vía. No creo que podamos actuar juntos porque tenemos estilos muy
diferentes. Lo mismo vale para mi media hermana, su hija Anoushka, que tiene más o menos
mi edad, es mi amiga y una cantante exitosa".
Con veinte años cumplidos, Norah volvió a Nueva York
para unas breves vacaciones y ya no quiso volver a Texas, para disgusto de su madre. Poco
antes había tomado contacto con un grupo de músicos de aquella ciudad y quedó prendada.
Una vez en "La gran manzana", pronto hizo pie en el fértil circuito de garitos
de conciertos de Greenwich Village y colaboró con diversas bandas. Durante dos años se
ganó la vida cantando en salones de jazz, almuerzos y happy hours, muchas veces ante
menos de quince personas y cobrando sólo de las propinas que les daban los parroquianos.
Sin embargo, en esa época supo que quería vivir de cantar en vivo y que iba a hacer todo
lo posible por lograrlo. "Al principio estaba deprimida, pero a todo el mundo le pasa
cuando se muda a Nueva York. Todo es muy caro y es difícil ganar dinero. Pero empecé a
salir y a escuchar un montón de música fantástica, conocí a gente estupenda y quedé
tan encantada que decidí no volver a casa".Fue así que abandonó la universidad,
empezó a escribir sus propias canciones, formó parte del combo de funk fusion, Wax
Poetic, y finalmente montó su propio grupo con el bajista Lee Alexander, el guitarrista y
compositor de Don't Know Why, Jesse Harris, y el baterista Dan Rieser. Por esa época se
estabilizó como cantante en el club nocturno The Living Room.Pronto se enamoraría de Lee
y, sin perder tiempo, se pusieron de novios. Se compraron un pequeño apartamento en Nueva
York.
Norah Jones afirmó que el éxito mundial que tuvo con su
primer disco, "Come away with me", fue estresante "
fue muy loco, y
yo no sabía qué diablos estaba pasando. Era como un gran vendaval. Ahora me alegro de no
estar ahí. Pero cuando miro atrás tengo buenos recuerdos. Cuando fiché por Blue Note me
preocupada por si los puristas del jazz iban a machacarme, porque el disco no es de jazz
en absoluto. Yo lo sabía y ellos también. Pero no quería estar en un sello de pop
porque sé lo que eso conlleva. No quería tener que hacer videos, no quería soportar la
presión de tener que vender millones de copias. Nunca he querido ser una celebridad. Si
lo hubiera querido no habría firmado con ellos". El problema es que a Norah la
fastidia trabajar de estrella: "Los de la discográfica me convencieron para que
hiciera un video y muchas otras cosas que no quería. Después pretendían que lo hiciera
de nuevo, más largo y más grande. No me parece. Ni siquiera quería hacer el primero.
Ojalá pudiera hacer como el grupo Gorillaz, que sólo salen en dibujos animados. Claro,
es lo que se supone que hay que hacer para que te escuche mucha gente. Pero para ser
honestos, mi disco lo escuchó mucha más gente de la que nunca soñé. Bueno, ya está
bien. Ya basta. En serio, estoy enferma de todo eso de la promoción y el éxito.
Orgullosa, pero totalmente harta. Quiero ver el fin de esto. Sé que será en unos cinco
años y entonces andaré por ahí diciendo: 'Hey, ¿se acuerdan de mí?'. Por eso aclaro
que no me estoy quejando. Pero nunca firmé esto. Quiero ser parte del suceso, pero no con
todo el trabajo que conlleva".
Estoy muy orgullosa de mi primer disco, pero estaba
lista para algo un poquito diferente. Esta vez mi música no es tan quieta ni melosa,
aunque aún es bastante discreta".
Sobre "Feels like home", el disco sucesor del exitoso "Come away with
me", aclara: "En los últimos años hemos escuchado bastante música country. El
disco salió así, no fue premeditado. No busco de manera específica las raíces
estadounidenses porque están ahí. La música que me gusta es el folk, el jazz, el
country y los viejos blues. Todo proviene de estas tres fuentes". Pese al éxito de
su disco anterior, Jones advirtió que las expectativas que tiene con su nueva producción
son bastante modestas."¿Qué más puedo hacer? Si tengo grandes expectativas puedo
desilusionarme. No estoy preocupada por el disco. Nos divertimos haciéndolo y eso es lo
más importante". Por ahora no le va mal. De hecho, su single de difusión,
"Sunrise", fue el más bajado legalmente de Internet, arrebatándole el récord
a Britney Spears. Nada menos.
|
|